martes, 2 de junio de 2009

Un cómic de madurez.

Interesante propuesta la de Paco Roca con esta historia. La verdad es que hace ya tiempo que el mundo del cómic ha madurado lo suficiente como para que lo consideremos como miembro de pleno derecho del gremio de las bellas artes. Lejos quedan los días en que el popular tebeo se veía como mera introducción al mundo de la lectura seria (en el mejor de los casos) o corruptor de tiernas mentes infantiles (en el peor). En Las calles de arena nos encontramos con una historia que seguramente no acertarían a entender muchos chavales, aunque podrían seguirla. Es demasiado surrealista, demasiado artística, demasiado enrevesada y onírica como para poder ser entendida como mero entretenimiento. Para eso quedan las historietas de Mortadelo y Filemón o El botones Sacarino (sin tampoco menospreciar este otro género que continúo leyendo aún a mi edad, que conste). En el caso de Paco Roca, el dibujo tiene, sin duda, aspiraciones artísticas en el color, el claroscuro, los gestos, el detalle, la decoración. Pero es que, además, la historia es siempre original, creativa, literaria. Las calles de arena es un cómic, pero podía haber sido perfectamente una historia corta. Altamente recomendable, al menos para mentes abiertas y espíritus eclécticos.

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