miércoles, 23 de junio de 2010

Alcohol y abusos.

La negra realidad que nos retrata Herta Müller también contiene, como no podía ser de otra forma, retazos de alcoholismo y abuso:
El portón de la calle chirría. Entra papá. Ya está aquí. Hoy puede caminar recto. Papá no está borracho.

Mi corazón palpita de alegría. Aguardo la noche. También hay miedo en la alegría. Mi corazón palpita de miedo en la alegría, de miedo de no poder seguir alegrándome, de miedo de que el miedo y la alegría sean la misma cosa.

(Herta Müller: En tierras bajas, p. 62)

Una vez más, Müller logra alcanzar un hondo lirismo mientras describe una realidad cruda, negra y desencantada.

No hay comentarios: