Magnífico divertimento.

Me ha encantado El asombroso viaje de Pomponio Flato. La he devorado en poco más de dos días. Se nota que el propio autor disfrutó escribiéndola, dándole forma con un humor fino, parodiando el dogmatismo religioso, tomándose las cosas con tranquilidad, con la distancia que da la sabiduría de quien tiene ya muchos años detrás. Recuerdo haber leído algunas críticas en la prensa española que subrayaban el carácter menor de este libro. ¿Y qué? ¿Cuál es el problema? Dudo mucho que Mendoza haya intentado escribir la gran novela del siglo con este libro. Me parece más bien que quería divertirse y divertir a sus lectores, y eso lo ha conseguido ampliamente. El libro está bien escrito, se lee bien y la historia fluye sin problemas. Altamente recomendable. ¡Chapeau!