sábado, 10 de julio de 2010

Veinte poemas de amor y una canción desesperada.

Quizá el libro más popular del poeta chileno, aunque fuera escrito en su juventud, cuando apenas se acercaba a los veinte años. Neruda canta al desamor, echando de menos a la mujer a quien no valoró lo suficiente mientras la tenía a su lado. Según se cuenta, el objeto de los poemas (es decir, la mujer amada) no es en realidad única, sino que Neruda combinó rasgos de distintas mujeres que amó durante sus años de juventud para construir con ellos la imagen de una amada irreal, un símbolo de canto poético.

El libro recopila un total de veinte poemas de temática amorosa y otro final, la canción desesperada, sin que ninguno de ellos lleve título alguno.


Ficha técnica:

Título: Veinte poemas de amor y una canción desesperada.
Autor: Pablo Neruda.
Editorial: Diario Público.
Edición: Madrid (España), 2010. Colección Premios Nobel.
Páginas: 93 páginas.

sábado, 3 de julio de 2010

Pyongyang.

Tras una estancia en la capital de Corea del Norte, el quebequés Guy Delisle narra sus experiencias en el que muchos consideran el último régimen estalinista del planeta. Desde una perspectiva occidental, es difícil de entender una propaganda oficial que sin duda desafía la lógica, así como el feroz sometimiento del individuo a la colectividad (y, por encima de todo, al Partido y su líder). Corea del Norte cuenta con la única dinastía comunista en la Historia, además de un tener un tiránico régimen dictatorial que alcanza todos los recovecos del país al más puro estilo orwelliano. La experiencias más o menos cotidianas de Delisle (digo lo de "más o menos" porque, evidentemente, el régimen se cuida muy mucho de que los extranjeros que viven en el país estén separados del resto de la población y jamás lleguen a contar con la autonomía necesaria para viajar libremente) nos dejan entrever el horror totalitario de un sistema claramente surrealista.

Ficha técnica:
Título: Pyongyang.
Autor: Guy Delisle.
Editorial: Astiberri.
Edición: quinta edición, Bilbao (España), marzo 2009.
Páginas: 176 páginas.
ISBN: 978-84-96815-05-6

viernes, 2 de julio de 2010

Retazos de cierto realismo mágico.

A pesar de toda la negritud que contienen muchos de estos relatos que se recopilan en la obra, también nos encontramos con ciertos retazos de realismo mágico que casan muy bien con la mentalidad de la narradora, una niña:
Trepo a un árbol que se yergue en la linde del prado, pero que podría estar perfectamente en el centro del pueblo, si es que no lo está. Me agarro firmemente a una de sus ramas con ambas manos y miro la iglesia del pueblo vecino, en cuya escalinata exterior una mariquita se limpia el ala derecha sobre el tercer peldaño.

(Herta Müller: En tierras bajas, p. 104).

Son momentos como éste los que le haven sonreír a uno y hacen sin duda meas llevadero el resto del libro, tan cruel, tan negro, tan deprimente en su tono y contenido. Pese a todo, se trata de una buena obra. Eso sí, una obra que refleja bien a las claras un mundo sin esperanza, frío y desolado como se imagina uno la Rumania de Ceausescu.

jueves, 24 de junio de 2010

El horror de la guerra también alcanza a las mujeres.

Pese a que sólo los hombres son enviados al frente, el horror de la guerra también alcanza a las mujeres:
En la guerra sólo caían hombres. Pero yo vi muchas mujeres tendidas en el campo de batalla con los vestidos en desorden y las piernas desolladas. Vi a mamá desnuda y congelada en Rusia, con las piernas desolladas y los labios verdes por las coles que le daban.

Vi a mamá transparente de hambre, consumida y arrugada hasta debajo de la piel, como una muchacha exhausta, inconsciente.

Mamá se había dormido. Cuando estaba despierta, jamás la oía respirar. Cuando dormía, roncaba como si aún tuviera el viento siberiano en la garganta, y yo me congelaba a su lado, convulsionada por sueños horribles.

(Herta Müller: En tierras bajas, p. 76)
Hay que tener presente que Müller pertenece a la minoría alemana que vive en Rumania, y buena parte de ellos sufrieron en sus carnes la venganza de las tropas soviéticas tras derrotar a los nazis en la Segunda Guerra Mundial. De hecho, no fueron pocos los que acabaron sus días en los campos de Siberia.

Inocencia infantil frente a dogmatismo religioso.

Como siempre sucede, la ingenuidad infantil choca frontalmente con el dogmatismo cerril, ya sea político o religioso, de muchos adultos. Müller nos narra un episodio que bien podría haberse dado en muchos otros lugares hace tan sólo unas cuantas décadas:
La Madre de Dios tenía siempre el dedo índice levantado cuando yo me sentaba delante, en el banco de los niños. Pero la expresión de su rostro era amable, y yo no le tenía miedo. Todo el tiempo llevaba el mismo vestido largo azul claro y tenía unos labios rojos muy bonitos Y un día que el cura dijo que los lápices de labios se hacen con sangre de pulga y de otros bichos repugnantes, me pregunté por qué la Madre de Dios que había en el altar lateral se pintaría los labios. También se lo pregunté al cura, que me golpeó las manos con su regla hasta ponérmelas rojas y me mandón en seguida a casa. Estuve varios días sin poder mover los dedos.

(Herta Müller: En tierras bajas, p. 65).

¿Quién no ha vivido u oído una cosa similar en esta España que hasta hace bien poco fue nacionalcatólica? Puedo uno hasta imaginarse el resto del episodio, incluidas las carcajadas del resto de chavales y la vergüenza del cura al sentir que su autoridad había sido puesta en cuestión por una simple mocosa. Por cierto, que se pregunta uno sobre la carga subversiva de la risa, sobre todo cuando se trata de risa colectiva. Estoy convencido de que en una situación como ésta la reacción sería muy distinta si el resto de chavales no rieran la gracia de la pregunta. Luego lo que preocupa al cura (o, en otras circunstancias, al profesor, al político, al padre o a la madre) no es tanto la ingenua pregunta como la reacción de hilaridad del resto del grupo. Es esa risa la que se siente como amenazadora, la que parece poner en duda la autoridad de uno. Tiene poco de extraño, pues, que el humor haya sido siempre tan problemático en cualquier régimen dictatorial.

miércoles, 23 de junio de 2010

Alcohol y abusos.

La negra realidad que nos retrata Herta Müller también contiene, como no podía ser de otra forma, retazos de alcoholismo y abuso:
El portón de la calle chirría. Entra papá. Ya está aquí. Hoy puede caminar recto. Papá no está borracho.

Mi corazón palpita de alegría. Aguardo la noche. También hay miedo en la alegría. Mi corazón palpita de miedo en la alegría, de miedo de no poder seguir alegrándome, de miedo de que el miedo y la alegría sean la misma cosa.

(Herta Müller: En tierras bajas, p. 62)

Una vez más, Müller logra alcanzar un hondo lirismo mientras describe una realidad cruda, negra y desencantada.

Lirismo a pesar de la negritud.

Pese a todo el contenido hondamente pesimista de la obra, el estilo de Herta Müller es bastante lírico, estéticamente cuidado. Un amigo mío solía dividir la literatura en literatura negra o periodística (esto es, de estilo simple y centrado en la comunicación directa) y literatura lírica (es decir, poética, de estilo más cuidado). Pues bien, Müller, en líneas generales, creo que se incluiría en el segundo grupo. Por ejemplo, cuando se ve incapaz de responder a las increpaciones de su padre, la narradora explica:
Quise decir algo, pero tenía la boca tan llena de lenguas que no pude articular una sola palabra.

(Herta Müller: En tierras bajas, p. 56)

Bella descripción ésa de tener "la boca llena de lenguas". Algo parecido puede decirse de esta otra cita:
Mamá sólo cosía de noche, cuando la casa estaba limpia y en el patio hacía frío y había tanta noche que no se podía salir.

(Herta Müller: En tierras bajas, p. 57)

Maravillosa forma de hacernos ver la oscuridad.

lunes, 21 de junio de 2010

Un asfixiante ambiente tradicionalista.

Es curioso esto que sucede con las tradiciones. En los últimos tiempos, parece que vivimos un retorno a ellas. Todo lo que tenga que ver con el folklore y las tradiciones gana puntos, en tanto que los antiguos valores de la Ilustración (modernidad, universalismo, progreso) caen por el desagüe. Y, sin embargo, pocos recuerdan que la libertad es algo de lo que solamente puede gozar el individuo. No existe, se diga lo que se diga, la libertad colectiva, la tan cacareada libertad de los pueblos del nacionalismo intransigente. La identidad que se me impone, la que no puedo elegir, difícilmente puede considerarse que me hace libre. Y, sin embargo, hemos vuelto atrás las manecillas del reloj y se reivindica una vez más que nos ha de gustar tal música, baile o arte, sencillamente, porque somos andaluces, catalanes, españoles o italianos. A mí, siento mucho decirlo, me parece un paso atrás.

En tierras bajas nos describe con todo lujo de detalles un mundo rural tradicionalista donde queda bien poco resquicio para la libertad individual. Todo es identificación nacional y tradicionalismo:
Por el empedrado van las madres en sus faldas regionales suabas cosidas con rollos enteros de tela, cuyos pliegues semejan al caminar esas copas de árboles que, despatarradas sobre los tejados, comprimen las casas contra la hierba y azotan el techo y rompen las tejas cuando sopla el viento. Las madres llevan pañuelos blancos y planchados bajo la cinta del delantal. Esa mañana se han levantado de sus camas para llorar, y han desayunado y almorzado para llorar.

(Herta Müller: En tierras bajas, p. 50)

Aún más claro es el siguiente párrafo:
Sólo en apariencia han superado sus hijas la indumentaria tradicional. Al moverse van desenrollando las telas de los trajes regionales suabos, y, pese a su flacura, sus cuerpos dan la impresión de no caber en esos trajes, de encontrarse fuera de las costuras. Pero sus cerebros llevan puesta esa indumentaria.

(Herta Müller: En tierras bajas, p. 51)

De la misma forma, cuántos catalanes o andaluces no llevarán puesta sus respectivas indumentarias regionales en sus cerebros. Y, cuidado, porque de la misma forma que se acusa a menudo al catalán de ser "demasiado suyo", a menudo puede uno ver aquí en Andalucía actitudes similares de engreimiento regional.

domingo, 20 de junio de 2010

Retrato de una Rumania deprimente

Libro negro, negrísimo, éste de Herta Müller. Ya se imagina uno que la Rumania de Ceausescu no debió haber sido precisamente Río de Janeiro en pleno carnaval (como toda dictadura, por otra parte), pero el cuadro que nos presenta este libro es ciertamente deprimente. Al parecer inspirado en la infancia de la propia autora en una aldea rumana de mayoría germana, supura pesimismo, pobreza y opresión por todos sus poros. Algunos de los elementos descritos (apego a lo tradicional, conservadurismo extremo en las formas y actitudes) son, sin duda, comunes al mundo rural en casi cualquier otro país. No obstante, le queda a uno la sensación de que tan extendido está el oscurantismo en la sociedad rumana que retrata Müller que ni siquiera una imposible huída hacia la ciudad sería de gran ayuda. El hecho es que, sin ser una novela política, sin mencionar siquiera a las autoridades ni a las fuerzas del orden (que yo recuerde), nos expone un mundo tan agobiantemente totalitario e imposible de evadir como el 1984 de Orwell, y ello a pesar de que no faltan los momentos más o menos felices en los que algunos de los personajes disfruta momentáneamente de la vida con sus familiares o amigos (por cierto, ahora que menciono 1984, éste es, creo, uno de sus puntos débiles: tan empeñado está Orwell en que nos llegue el mensaje del peligro totalitario que nos dibuja una realidad demasiado sólida y homogénea, demasiado controlada hasta el último detalle por un poder que, en realidad, saldría mucho mejor parado si permitiera que sus súbditos pudieran también disfrutar de la vida de forma algo despreocupada... pero ése es otro tema a tratar en otro lugar). Tiene poco de extraño, pues, que el régimen comunista censurara la obra.

Hasta las descripciones en apariencia más inocentes están revestidas de negritud:
Chillidos de lagartijas en un nido que parece un puñado de barbas de maíz maceradas. A cada ratón desnudo le rezuman los ojillos viscosos. Patitas finas como hilos mojados. Dedos curvos.

(Herta Müller: En tierras bajas, p. 25)

¿Y qué decir de este otro párrafo, cruel a nuestros ojos pero perfectamente normal en el seno de una sociedad rural?
Los gatitos que venían al mundo en invierno eran ahogados en un cubo de agua hirviendo, y los que nacían en verano, en uno de agua fría. Después eran enterrados, invierno y verano, en medio del estercolero.

(Herta Müller: En tierras bajas, p. 58)

Invierno o verano, el destino de los gatos era el mismo: la muerte sin contemplaciones. Lo que más nos afecta es precisamente la naturalidad con que lo narra la escritora. Después de todo, como alguien dijera, solamente es posible mostrar cariño hacia los animales cuando hemos alcanzado un nivel de desarrollo tal que también demostramos respeto hacia nuestros semejantes y los cuidamos en momentos de necesidad. Si la sociedad rumana de la época trataba a los seres humanos como meros peones en el desarrollo de la Historia, algo perfectamente desechable en nombre de la construcción del Socialismo, ¿con qué derecho pensamos que habían de mostrar más amor hacia los animales?

Pese a todo, se encuentra uno con más de un párrafo delicioso en el que la realidad del mundo rural se nos muestra con maestría visto por los ojos de una niña más o menos inocente que no entiende del todo lo que sucede a su alrededor, como puede ser el siguiente ejemplo:
Mi andar tenía en sí algo de las sábanas almidonadas de mi abuela. La primera noche que dormí entre ellas, crujían al menor movimiento y yo creí que era mi piel la que crujía.

(Herta Müller: En tierras bajas, p. 23)

En definitiva, que En tierras bajas no es para espíritus débiles ni para alguien que vaya buscando tan sólo mero entretenimiento junto a la playa.

sábado, 19 de junio de 2010

En tierras bajas.

Crudo retrato de la vida rural en la Rumanía del régimen de Ceausescu, escrito por Herta Müller, premio Nobel de Literatura en 2009. La obra, colección de relatos narrados por una voz infantil que mezcla realidad y fantasía, fue censurada tras su publicación durante la dictadura. En líneas generales, se dibuja un ambiente de pobreza, opresión e incomunicación que traza un negro perfil del régimen comunista rumano de la época. Por si esto fuera poco, Müller pertenece a la minoría rumano-alemana que, durante la Segunda Guerra Mundial, tuvo algunas conexiones más que discutibles con las tropas invasores de Hitler.

Ficha técnica:
Título: En tierras bajas.
Autor: Herta Müller.
Editorial: Diario Público.
Edición: Madrid (España), 2010. Colección Premios Nobel.
Páginas: 121 páginas.

lunes, 31 de mayo de 2010

Wetware.

Part of Rucker's Ware Tetralogy, this book tells us the story of how the boppers figure out a way to infuse DNA with their own software code into a human body as a way to conquer the earth from their lunar refuge (where we left them at the end of Software, the previous volume in the tetralogy). One of the seminal works of both cyberpunk and biopunk, this little novel contains plenty of mind-boggling ideas and suggestions in the tradition of the best science fiction. Enjoyable and suggestive, as well as entertaining. I find it amazing that, to the best of my knowledge, nobody has ever taken this story to the big screen.

Technical description:
Title: Wetware.
Author: Rudy Rucker.
Publisher: Avon Books.
Edition: first edition, New York (USA), April 1988.
Pages: 183 pages.
ISBN: 0-380-70178-2

sábado, 22 de mayo de 2010

Las crisis del capitalismo.

Precisamente ahora que nos encontramos enmedio de la peor crisis económica desde la década de los treinta no viene nada mal echar un vistazo a lo que Marx tuvo que decir respecto a las recurrentes crisis del capitalismo. ¿A qué se deben? ¿Por qué aparecen de forma cíclica? Marx escribió este opúsculo a raíz de la crisis de 1857, usándola como excusa para ahondar en su análsis del sistema capitalista y sus contradicciones.

El presente volumen va acompañado de dos prólogos de Daniel Bensaïd, uno sobre el concepto de crisis económica en Marx y el otro sobre el legado de Keynes, ambos de enorme interés y actualidad.

Ficha técnica:
Título: Las crisis del capitalismo.
Autor: Karl Marx.
Editorial: Editorial Sol 90/Diario Público.
Edición: Madrid (España), mayo del 2010.
Páginas: 139 páginas.

domingo, 16 de mayo de 2010

Beat, hippie, yippie.

Recopilación de ensayos sobre el movimiento contracultural estadounidense de la década de los sesenta, comenzando con la generación beat y terminando con el movimiento en favor de la no-violencia, pasando por los hippies, el orientalismo, el rock, la nueva izquierda, el teatro underground, el Black Power, etc. Pivano describe decentemente el espíritu de la época, entrando a dar algunas pinceladas sobre algún que otro personaje central (Bob Dylan, Lawrence Ferlinghetti, Jack Kerouac, Alan Watts, Norman Mailer...). Obra de clara intención periodística y, por consiguiente, meramente descriptiva, que no de análisis profundo o reflexión sobre el contenido ideológico o filosófico del movimiento, ni tampoco de sus profundas consecuencias en la sociedad contemporánea.

Ficha técnica:
Título: Beat hippie yippie.
Autora: Fernanda Pivano.
Editorial: Júcar.
Edición: primera edición, Madrid (España), febrero de 1975.
Páginas: 437 páginas.

Historias del Kronen.

Cuando se publicó esta novela allá por 1993, fue recibida casi automáticamente como el pistoletazo de salida para una nueva generación de escritores españoles (Ray Loriga, Lucía Etxebarria y el propio Mañas) que finalmente habían roto con el costumbrismo español tradicional y conectado con la tan anhelanda Europa. Algunos quisieron ver en sus obras una especia de neorrealismo de nuevo cuño, en tanto que otros les asociaban más bien al malditismo a lo Bukowski y, si acaso, a la generación beat. De una u otra forma, reflejan el nihilismo pasota de una joven generación entregada al hedonismo más simplón (borracheras y drogas, nada de trabajo, vivir en casa pero con la libertad de hacer lo que se quiere) que, en buena parte, caracteriza a la juventud española a partir de la modernización de los años ochenta.

Ficha técnica:
Título: Historias del Kronen.
Autor: José Ángel Mañas.
Editorial: Bibliotex / Diario El Mundo.
Edición: Madrid (España), 2001 (1993).
Páginas: 192 páginas.
ISBN: 84-8130-437-9

sábado, 1 de mayo de 2010

Cambiar el mundo.

Reivindicación de la necesidad de cambiar el mundo en una dirección socialista para poner fin a lo que el autor denomina el "autoritarismo liberal". A lo largo del ensayo, Bensaïd se plantea las cuestiones más relevantes que acucian a la izquierda transformadora hoy día: ¿quiénes pueden llevar a cabo el cambio que se defiende?, ¿cómo ir más allá de la mera resistencia y articular un proyecto alternativo de vida y de sociedad?

Daniel Bensaïd, activista destacado del Mayo del 68 y dirigente histórico de la LCR francesa, recientemente fallecido, se esforzó durante toda su vida por poner al día la teoría marxista del cambio y la revolución, compaginando la labor académica y de reflexión con su militancia política.

Ficha técnica:
Título: Cambiar el mundo.
Autor: Daniel Bensaïd.
Editorial: Editorial Sol 90/Diario Público
Edición: Madrid (España), 2010.
Páginas: 219 páginas.