miércoles, 10 de agosto de 2011

Leyendo "Rayuela" como un folletín por fascículos

Maravillosa forma de lectura por capítulos:
(...) Al día siguiente subimos al tren que habría de dejarnos finalmente en París, ciudad que volvía a parecernos a la medida de nuestro deseo tras leer ese verano Rayuela, en un ejemplar del que Beatriz iba arrancando las páginas para pasármelas a mí. Esa modalidad de lectura me fue creando la impresión de estar leyendo un apasionante folletín sobre los misterios de París, compuesto de cuadernos y más cuadernos bien nutridos de discusiones amenas, amores trágicos, muertes de niños inocentes, borracheras existencialistas y divinas comedias bajo el cielo de París, en un tiempo de cerezas que se iba tornando amargo.

(Jesús Ferrero: Balada de las noches tristes, pp. 230-231)

Claro que quizá no sea la mejor forma de leer precisamente Rayuela, que si por algo se caracteriza es precisamente por la falta de formalidad alguna en su estructura, lo que permite al lector leer sus capítuclos de la forma que crea más conveniente. En todo caso, sueña uno con un tiempo en el que quzá la gente tomara la decisión de mudarse a una ciudad por influencia de un libro o un autor determinados. Quizá eso no existiera nunca, pero suena bonito.

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